19/12/08
Flor que recuerda.
Parece orquídea, pero no. Huele a gardenia, pero tampoco. Sus grandes petalos, alas blancas, tiemblan queriendo volar, irse del Tallo; y a de ser por eso que en Cuba la llaman mariposa.
Alessandra Riccio plantó, en tierra de Napoles, un bulvo de mariposa, traido desde la Habana, en tierra extraña, la mariposa dio hojas, pero no floreció. Y pasaron los meses y los años, y seguía sin dar nada mas que hojas. Cuando unos amigos de Alessandra llegaron a Napoles y se quedaron en su casa durante una semana.
Entonces en los alrededores de la planta, sonaron y resonaron las voces de su tierra, el antillano modo de decir cantando: la planta escuchó esa música durante siete días y siete noches, porque los cubanos hablan despiertos y dormidos también.
Cuando Alessandra dijo adios a sus amigos, y regresó del aeropuerto encontró en su casa una flor blanca recién nacida.
Eduardo Galeano
Extraído de Bocas del tiempo.
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